Las declaraciones del Coronel Roberto Díaz Herrera

El domingo 7 de junio de 1987, a pocos días de su retiro forzado de las fuerzas armadas, El Coronel Roberto Díaz Herrera (de las F.F.D.D) “lanza una bomba”. Hace sus declaraciones a la prensa nacional e internacional, para sorpresa y consternación de la nación panameña, recibiendo el apoyo de la sociedad civil, de la iglesia católica y de gremios que se oponían a la dictadura que entonces gobernaba el país. Aunque sus primeras declaraciones fueron más generales, en posteriores y sucesivas entrevistas y declaraciones, cada vez iba dando mayores detalles acerca de sus denuncias.

Momentos en que Roberto Díaz Herrera hizo públicas sus declaraciones (en compañía de Mayín Correa y del entonces Arzobispo de Panamá, Monseñor Marcos Gregorio Mc Grath).

La mayoría de los delitos y corrupción que denunció Díaz Herrera no eran desconocidos para la población panameña, ya que durante años fueron un secreto a voces. Sin embargo, nadie denunciaba esas cosas; y aquellos pocos que osaron hacerlo, terminaron encarcelados, asesinados o desaparecidos para siempre. Esta era la primera vez que un militar levantaba su voz para denunciar abiertamente a la prensa nacional e internacional este tipo de cosas; y peor aún aún, en los momentos más encrudecidos de la dictadura militar en Panamá.

Las acusaciones de Díaz Herrera contra Noriega y contra la alta cúpula de mando del país (tanto militares como civiles) fueron, básicamente, las siguientes:

1. Denunció el fraude electoral de 1984.

Según él mismo dijo, este se había organizado en su propia casa, con la participación del Estado Mayor (incluyéndolo a él mismo), además de magistrados del Tribunal Electoral y de Nicolás Ardito Barletta (el candidato a la presidencia por el oficialista partido PRD).

Parte de sus palabras fueron: “Puedo ofrecer detalles” sobre mi propia casa y “en otro lugar del Golf” donde se fraguó el fraude. Hablaba acerca del resultado electoral que había despojado, en 1984, a Arnulfo Arias de la Presidencia.

Al día siguiente, Díaz Herrera dio mayores detalles, revelando que el fraude se hizo en el Circuito 4-4 de Chiriquí, y que Arnulfo Arias (del partido opositor Panameñista) legalmente había ganado las elecciones. Dijo también que los coroneles Justine y Purcell “hicieron los números”. La victoria fraudulenta de esas elecciones fue otorgada a Barletta, con un inusual, dudoso y estrecho margen de tan solo 1,713 votos.

Titular del diario La Prensa: "En mi casa se hizo el final del fraude, confiesa Díaz Herrera".

2. Dio a conocer el plan de Noriega para asesinar a Torrijos:

Según se conocía hasta ese entonces, Omar Torrijos Herrera había fallecido en un accidente en aéreo a su 52 años de edad. Misteriosamente su aeronave, una DeHavilland Twin Otter (DHC-6) de la Fuerza Aérea Panameña, explotó en pleno vuelo, el 31 de julio de 1981. La aeronave desapareció durante condiciones climáticas extremas.

A pesar de que el trayecto planeado tardaría solo 25 minutos, la aeronave no fue reportada perdida, sino hasta más de 15 horas después. La Fuerza Aérea Panameña y el G-2 (comandado por el propio Noriega) supieron desde un principio que el avión no llegó jamás a la pista en Coclesito. El sitio de impacto fue localizado varios días después, y el cuerpo de Torrijos fue recuperado por un comando de fuerzas especiales a inicios de agosto.

Restos de la aeronave en la que viajaba el Gral. Omar Torrijos Herrera.

Díaz Herrera dio detalles sobre el complot para asesinar a Torrijos, implicando directamente en sus declaraciones al General Manuel Antonio Noriega y al Coronel Alberto Purcell, además de autoridades del gobierno de Estados Unidos y políticos de la oposición en Panamá. Dichas declaraciones de Díaz Herrera avivaron lo que ya desde hacía mucho se sospechaba. Sin embargo, la muerte de Torrijos nunca fue oficialmente esclarecida, y el caso ha sido archivado.

3. Denunció a la cúpula gubernamental. 

Díaz Herrera dijo que altos funcionarios del gobierno recibían beneficios económicos por parte del narcotráfico internacional y del tráfico de armas.

4. El Shá de Irán:

Díaz Herrera también habló sobre los doce millones de dólares que Omar Torrijos le cobró al Sha de Irán, Mohamed Reza Pahlevi, por el asilo político que Panamá le brindó, cuando huía de su país.

El dinero, según declaraciones de Díaz Herrera, fue depositado en una cuenta en Suiza y repartido  entre los miembros del Estado Mayor, de lo cual Noriega también recibió su parte.

Recibimiento del Sha de Irán en Panamá.

5. Magistrados y líderes del PRD eran escogidos por los militares.

Denunció que las Fuerzas de Defensa intervenían en la designación de los magistrados de la Corte Suprema de Justicia, de los magistrados del Tribunal Electoral y del propio C.E.N. del PRD.

6. Tráfico de inmigrantes cubanos y la venta de las visas.

Díaz Herrera declaró que la institución militar (las Fuerzas de Defensa) traficaba con visas para ciudadanos cubanos, con lo cual él mismo había salido beneficiado. Díaz Herrera explicó que recibió dos millones de dólares con los cuales adquirió la casa mansión en Altos del Golf, en la que residía en ese entonces.

7. El asesinato de Hugo Spadafora:

Díaz Herrera habló de la participación de las Fuerzas de Defensa en la muerte del doctor Hugo Spadafora (en septiembre de 1985), el cual había denunciado reiteradamente a Noriega por sus vínculos con el narcotráfico. Díaz Herrera implicó directamente a algunos de los miembros de las FFDD en tal crimen, explicando que Noriega, Luis Córdoba y Mario del Cid organizaron su asesinato.

Dr. Hugo Spadafora.

8. Renuncia forzada del presidente Bartletta.

Sostuvo además Díaz Herrera que la renuncia de Ardito Barletta (el 28 de septiembre de 1985) había sido forzada por el Estado Mayor del cuerpo armado, por supuesto, con Noriega a la cabeza.

Después se supo que debido a sus diferencias con Noriega, y a su decisión de crear una comisión para investigar el crimen del Dr. Hugo Spadafora, Barletta se vio presionado a renunciar. El entonces vicepresidente, Eric Arturo Del Valle pasó a ocupar el cargo de presidente de la República.

Nicolás Ardito Bartetta

Arresto de Roberto Díaz Herrera.

Tras sus drásticas declaraciones, y temiendo por su vida, Díaz Herrera se refugió en su mansión en Altos del Golf, junto con su familia y una docena de armados guardaespaldas y militares fieles a él. A su casa llegaban muchos políticos y simpatizantes de oposición, manifestándole su apoyo.

Aproximadamente un mes y medio después de sus declaraciones públicas, hombres de la Unidad Especializada Anti-Terror (UESAT) realizaron un asalto a la casa de Díaz Herrera, el 27 de julio de 1987. Llegaron con helicópteros y una orden del procurador de la nación para arrestarlo, diciéndole que se entregara. Aunque no quiso entregarse en un principio, tuvo que hacerlo, al verse rendido por la superioridad numérica y el poder de fuego de los asaltantes.

Dado que sus declaraciones contra Noriega habían trascendido internacionalmente, fue precisamente la notoriedad que Díaz Herrera había ganado con ellas lo que evitó que lo mataran. Terminó exiliado en Venezuela, tras una temporada en la cárcel.

Todas estas declaraciones trascendentales del Coronel Roberto Díaz Herrera tuvieron drásticas repercusiones inmediatas, así como a mediano plazo, hasta que finalmente la dictadura militar en Panamá se desmoronó, con la invasión de los Estados Unidos a Panamá un año y medio después. Pero eso lo veremos en posteriores entregas de este blog.